En un ambiente de franca incertidumbre macroeconómica por el COVID-19, los bancos parecen haber iniciado una férrea competencia por compradores que buscan hipotecas, pero que dudan ante un compromiso de largo plazo.
La banca en el contexto actual parece estar decidida a dar batalla con bajos costos del crédito. Y no sólo eso, a partir del efecto negativo por el COVID-19 la banca reaccionó con la suspensión temporal pagos de hipotecas. Ahora algunas instituciones comienzan la batalla en la que parece ser una nueva era de guerra de tasas.
Es el caso de HSBC que esta semana anunció una mejora en los precios de los distintos productos hipotecarios que tiene en el mercado, como una estrategia encaminada a flexibilizar las condiciones financieras hacia los clientes en materia de pagos y liquidez.
Entre los planes figuran:
Esta dinámica se genera en:
Casos similares se observarán en el mercado como resultado de la baja en las tasas de referencia. Para los bancos este segmento podría ser atractivo dado su potencial de crecimiento.
A diferencia del valor que tiene el segmento hipotecario en su portafolio general de créditos en otros mercados desarrollados, en México el portafolio de créditos hipotecarios que representa aproximadamente 35% del negocio bancario a nivel nacional.
Son tiempos de oportunidades, pero también de enfrentar un reto común: la desconfianza que generan las consecuencias por la falta de control en los contagios que deja el COVID-19.