La principal razón para que consideres comprar una casa de segundo uso es el precio, que puede tener una diferencia hasta de un 20% en comparación con una residencia nueva.
Otra ventaja, es que te puedes mudar casi de inmediato o en treinta días máximo. Además de que estas propiedades muchas veces poseen techos altos, habitaciones con mayores dimensiones y muros más gruesos. Dependiendo el año en que fueron construidas
De acuerdo con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), una vivienda usada es un bien mueble que ya ha sido habitado (por dueño, familiar, arrendatario, comodatario, etc.) cuyo proceso de construcción está terminado y cuenta con instalaciones en la vivienda y servicios públicos operando (agua potable, drenaje, alcantarillado, energía eléctrica y alumbrado público).
Para adquirir casas de segundo uso, debes considerar la antigüedad del inmueble, las mejoras que se hayan realizado y el grado de conservación en cuanto a estructura. Ya que las propiedades que rebasan los treinta años de vida útil, no se consideran como una buena inversión. Te recomendamos consultar a un ingeniero o arquitecto para que revise el buen funcionamiento de las instalaciones eléctricas y sanitarias.
No olvides averiguar la situación legal, que tenga una licencia de uso de suelo, los pagos al corriente de predial, agua, luz, número oficial correcto y colindancias exactas.
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