Al momento de ejercer un crédito hipotecario, recuerda que tendrás que pagar una tasa de interés a la institución o entidad financiera de tu elección.
Las tasas de interés pueden ser del 10% sobre el monto total del crédito a pagar, por ejemplo, si tu crédito es de un millón de pesos, en total tendrás que pagar un millón cien mil pesos.
Existen diferentes tipos de tasas de interés en créditos hipotecarios:
Tasa de interés anual fija. El porcentaje de la cuota anual que pagas no cambia; durante todo el plazo que tienes para cubrir el monto del préstamo, pagarás el mismo porcentaje de interés a la institución financiera, sin importar el tiempo que dure tu acuerdo ni las fluctuaciones económicas. La tasa de interés fija suele ser más alta, pero al mismo tiempo garantiza a la persona que solicita el préstamo, la protección sobre las variaciones que surgen mientras el préstamo está vigente.
Tasa de interés variable. Cada año el porcentaje de la cuota por el crédito hipotecario se modifica, en ocasiones tiende a aumentar y otras a disminuir. El ajuste se establece a partir de un índice y un margen referencial. Este ajuste suele ser menor a la tasa de interés fija, pero dependiendo de las fluctuaciones económicas ambas tasas pueden aumentar. Cuando estás seguro de que tus ingresos incrementarán a futuro, puedes asumir el compromiso de obtener un crédito hipotecario bajo esta tasa de interés. De lo contrario, será complicado sobrellevar los pagos.
Tasa de interés mixta. Cuando se tramita un crédito hipotecario con una tasa de interés mixta, el acreditado y la institución financiera acuerdan un porcentaje de interés fijo para los primeros años del plazo. Posteriormente, se analizan las condiciones del préstamo y las referencias para hacer un ajuste y, año con año, se cubre una tasa variable. Al principio, tendrás la seguridad de que tus pagos serán respetados mientras mejoras tus ingresos para cubrir el monto total de tu crédito hipotecario.
Tasa de interés creciente. En los primeros años se paga una cantidad mensual baja del crédito hipotecario y, conforme avance el plazo, las mensualidades incrementan de acuerdo a un esquema de pagos que previamente la institución financiera debe indicar en tu tabla de amortización. No es una tasa variable, en realidad guarda mayor relación con la tasa fija, ya que el porcentaje de interés otorgado es el mismo, la diferencia es que inicia con pagos menores.
Tasa de interés decreciente. Está dirigido a clientes que son puntuales en los pagos, cuando un acreditado realiza 12 pagos consecutivos en forma y tiempo, la institución financiera le ofrece una tasa de interés menor. Esta tasa se aplica únicamente en los primeros años del crédito.
En la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), puedes acceder a un simulador de crédito hipotecario para conocer qué institución cobra menos intereses, cuál es la mensualidad más barata y cuál es el desembolso inicial más económico.