7 consejos para desinfectar tu casa y protegerte a ti y a tu familia del coronavirus, gripe y resfriado
Es de vital importancia que tengas una higiene adecuada en casa estés o no enfermo. Primero, para reducir las posibilidades de caer en un contagio. Y por último, si ya tienes síntomas, para no transmitírselo a aquellos que viven contigo.
Además de lavarte las manos con mucha frecuencia y quedarte en casa si te encuentras mal, hay otras recomendaciones que debes seguir para evitar enfermar o contagiar a los demás.
Pon en práctica estos 7 consejos para desinfectar tu casa y mantenerla limpia para reducir el riesgo de enfermedades.
- Limpia el ordenador, el teléfono móvil y los dispositivos electrónicos
Los gérmenes, bacterias y virus pueden sobrevivir en la superficie de estos objetos, en ocasiones durante varias horas y en algunos casos hasta un día entero.
Los teclados de los ordenadores se llenan de bacterias si no los limpias frecuentemente. De hecho, los microbiólogos recomiendan limpiarlo al menos una vez por semana. Lo mismo sucede con la pantalla de los teléfonos móviles y otros aparatos como tabletas o lectores electrónicos.
Otro consejo a tener en cuenta es lavarte las manos antes y después de utilizar un ordenador, sobre todo si te encuentras en temporada de gripe u otras enfermedades. Aunque si eres la única persona que usa dicho aparato sólo estarás en contacto con tus propias bacterias, así que no se produce gran peligro.
Para limpiar estos aparatos lo primero que debes hacer es apagarlos y tenerlos desconectados de la corriente. Después puedes aplicar una solución que contenta agua y alcohol y frotar con un paño.
Has de tener en cuenta que el teléfono móvil lo llevas a todas partes, por lo que puede ser un foco de gérmenes.
- Desinfecta la ropa y cualquier producto de tela
Por una mera cuestión de higiene debes lavar la ropa con la frecuencia adecuada. En realidad depende de la prenda en cuestión: a la ropa interior se le debe dar un único uso antes de limpiarla, los pijamas aguantan 3 usos y los pantalones 5 o 6 como mucho, según explica el periódico Ideal.
Pero no sólo tienes que fijarte en las prendas de vestir. La ropa de cama puede ser un foco de bacterías que termine provocando o empeorando ciertas enfermedades. Lo más higiénico es limpiar las sábanas una vez por semana, como mínimo.
Si no mantienes esta higiene en la ropa de cama puedes tener síntomas parecidos a la alergia: estornudos, picores y acumulación de mocos. Y en el caso de padecer alergia acabarás empeorándola.
- No descuides la limpieza del cuarto de baño
El cuarto de baño es uno de los lugares más sensibles de una casa en cuanto a la higiene, ya que es un foco importante de bacterias y transmisión de enfermedades.
Cada zona del cuarto de baño debe limpiarse con una frecuencia determinada, no es lo mismo el retrete que la ducha, por ejemplo. La división puede establecerse de la siguiente forma:
- Retrete y lavabo: mínimo una vez en semana.
- Ducha: mínimo una vez cada dos semanas, aunque las cortinas deben limpiarse semanalmente.
- Esponjas: diariamente, introduciéndolas en agua hirviendo durante 2 minutos.
Si vives en familia o con compañeros de piso esta frecuencia debe aumentarse según la necesidad. Y en el caso de que haya una persona enferma o un posible contagio de gripe, no hay que descartar una limpieza diaria.
Hay otras cuestiones a tener en cuenta. Frotar demasiado la piel cuando te duchas, pasar demasiado tiempo sentado en el inodoro o no bajar la tapa para tirar de la cisterna son algunos erorres que cometes a diario en el baño.
- Guarda especial atención con la cocina
Junto con el cuarto de baño es la zona más peligrosa de un hogar en cuanto a bacterias y gérmenes. La cocina debe limpiarse a fondo, como mínimo, una vez por semana. Esto incluye todos los electrodomésticos que utilices a la hora de tratar los alimentos.
El microondas tiene que limpiarse una vez por semana, a ser posible utilizando agua y vinagre mediante un pulverizador. El frigorífico, sin embargo, sólo necesita una limpieza mensual siempre que se haga a fondo y con desinfectantante. Aunque el cajón en el que se guardan las verduras ha de ser limpiado cada 2 semanas.
Muchas bacterias y virus pueden entrar a tu cuerpo a través de los alimentos, por ello resulta necesario mantener una limpieza muy cuidadosa en la cocina. No sólo en caso de enfermedades o gripes, sino durante todo el año.
Intenta no acumular platos sin lavar en el fregadero. Y si tienes cafetera utiliza vinagre para limpiarla, siempre y cuando la aclares con abundante agua después para que desaparezca el sabor.
- Hay superficies que no se limpian con frecuencia porque pasan desapercibidas
Es el caso de los picaportes y pomos de las puertas. Si eres portador de un virus puedes dejar el rastro por cualquier parte, especialmente en estas pequeñas superficies que usas de forma muy habitual casi sin percatarte de ello.
Una puerta con gérmenes puede propagar enfermedades de forma muy sencilla, tanto en casa como en lugares de trabajo. Tienes que limpiar los pomos de forma habitual, añadirlo a tu rutina de limpieza cotidiana.
Si alguna persona en casa se encuentra enferma has de limpiarlo con mucha más frecuencia.
- El suelo y las alfombras: mínimo una vez por semana
Las alfombras y moquetas son cuna de gérmenes, y debes prestar especial atención con este aspecto si vives con una mascota.
Las alfombras se tienen que aspirar, como mínimo, una vez por semana. El suelo de la cocina y el cuarto de baño debe ser barrido y fregado al menos 2 veces cada semana. En el caso de la cocina siempre que sea necesario, por los trozos de comida que pueden quedar desperdigados.
- No escatimes a la hora de limpiar toallas
Las que utilizas después de ducharte, las que tienes para secarte las manos o incluso los trapos de cocina. Todos estos objetos son susceptibles de albergar bacterias.
Si la toalla de ducha empieza a oler mal es señal de que debes limpiarla, ya que están creciendo los microbios en ella. Una toalla tiene que lavarse cada 3 usos, y un paño de cocina cada 2 días.
Por supuesto nada de compartir toallas con una persona enferma. Cada cual debe tener la suya propia y encargarse de su higiene.